He abierto un espacio adyacente de investigación en mi centro de recursos del imaginario. Yo pienso que un tema de   tanta amplitud como es el estudio del imaginario no puede olvidar lo importantes que son  las imágenes  simbólicas en la constitución  de los idearios socio-políticos. Defiendo  una  idea  que llevaba tiempo intuyendo:  las expresiones ideológicas  suelen cautivarnos  con imágenes,  advienen antes como mitología que  como expresión de una razón social. En este  aspecto  cabría hablarse de una determinada poética de lo político (lo mitopolítico).  Pero he aquí que me hago la siguiente   sospecha: ¿es idóneo  y lúcido dejarse llevar por las imágenes cuando de  lo que se trata es tomar una posición de 
distanciamiento, de resistencia lúcida frente a ellas? Solo ejercitando un 
distanciamiento  frente a la imagen es cuando podemos alcanzar  un fogonazo de sentido que ilumine una controversia dialéctica. He traído a colación 
el término brechtiano de distanciamiento: aquí la imagen está fuera de mí, no convoca una emoción o un ensueño, sino que apremia un despertar, es como un chasquido de los dedos que me desvela de mi  obnubilamiento, del ensueño colectivo  que coarta con sus seducciones la expresión de una lucha perenne  de clases .  En un efecto contrario a lo que hemos defendido en los estudios sobre la imagen poética en Gaston Bachelard, las imágenes  que emanan de una ideología política y son el esqueleto de su expresión mitológica actúan  como desvaríos de la razón social.  El medio por el cual podemos emprender  un compromiso racional con lo político es  desvelar las simulaciones que se perpetran por los símbolos y las imágenes. Una iniciativa iconoclasta no estaría de más si  con  este hecho pudiésemos poner en vigilancia severa  cualquier mitografía. El fin  de esta reserva lúcida frente a las imágenes es despertar de la ensoñación colectiva como  principal instrumento de la manipulación autoritaria. 
 Un razonamiento político de valor dialéctico debe  ante todo poner en cuarentena a las imágenes del ensueño colectivo que es el capitalismo, y también debe lanzarse  al rescate de esas imágenes cautivas por la desmemoria  que constantemente son borradas y componen el patrimonio oculto de los perdedores, de los vencidos, de los desheredados.
Presentar-presentir las imágenes pertenecientes al patrimonio de los perdedores, de los vencidos, de los desheredados,  es una labor de rescate del olvido  pues se trata de un patrimonio constantemente amenazado a desaparecer en la amnesia histórica. El progreso sobre el que  soñamos avanzar hacia el futuro  es una falacia y la historia  es el devenir de una larga cadena de catástrofes, de ruinas. La historia hay que leerla así con los anteojos de una mirada dialéctica para comprender aquellos discursos que han sido silenciados, interrumpidos,  marginados y cesados.
En este sentido voy  a centrarme, sobre todo,  en el estudio de la obra de Walter  Benjamin  y sus tesis algo heterodoxas del marxismo. Seguiremos las técnicas  muy bien trazadas en su obra  los pasajes como es la fragmentación, el collage, la mirada del flaneaur. Vamos a jugar  con las imágenes y  practicar  lo que Walter Benjamin denominó iluminación profana. ¿Puede el choque de dos imágenes  provocar un chispazo dialéctico que nos haga  despertar del adormecimiento del ensueño colectivo?
Recupero así un antiguo proyecto que me obsesionó  en mi juventud. La obra inconclusa de los pasajes es un libro que concibo de un importancia metodológica para comprender  las derivaciones  peligrosas del totalitarismo y su resurgimiento  en formas simbólicas novedosas y altamente atrayentes. 
El escenario de las imágenes que vamos a presentar suceden en Barcelona. Poco a poco iré recolectando  imágenes presentes en la literatura que nos muestren  la Barcelona oculta, borrada.  Al igual que los pasajes nos remiten la preecapitalismo del París decimonónico me dirigiré  a los documentos de la Barcelona que va del noucentisme hasta los años setenta del siglo XX. Estos detritus de imágenes pueden  desvelarnos una capital que se ha hecho a sí misma con ocultamientos y desmemorias...
La literatura que nos remite a la ciudad  nos ayudará a  hacer un recorrido por sus calles y constituir un pasaje interior de reconocimiento de todos sus ángulos dialécticos...
¿Qué relación se establece entre la imaginación y lo político? ¿Como la imaginación se ha convertido en el espacio todavía no conquistado por todas aquellos poderes  que perpetúan su desprecio hacia nuestra libertad? ¿Cómo todo acto de representatividad política comienza siendo un acto de imaginación? ¿si la imaginación es paradigma de la libertad  no será ella misma fundamento de nuestra autonomía y emancipación?
Cuadro del angelus novus---cuadro de la sonda  de Klee- revisar...
Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas. Y este deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.
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